RECAPITULANDO.

Creo que lo mejor que puedo hacer hoy es volver a intentar explicar lo que pienso para intentar hacer dudar, al menos, a quienes piensan de otra manera …

1. Nunca negué la “enfermedad”. Llámese covid, gripe o como queráis llamarla. Yo la pasé, y es cierto que los síntomas son muy diferentes a otras enfermedades.

Me da igual si el causante es un virus de laboratorio, un virus animal, chemtrails, o radiación por antenas 5g …

2. Esa enfermedad no era, ni es letal para todo el mundo. Esto es importante destacarlo. Los que murieron en la primera ola fueron sobre todo ancianos, y murieron por haber sido abandonados deliberadamente sin tratamiento en residencias y pasillos de hospitales.

3. Las muertes de la primera ola fueron premeditadas políticamente. Cerraron los centros de atención primaria y derivaron a todo el mundo a los hospitales para saturarlos y provocar el triaje de guerra … al mismo tiempo que prohibieron a las residencias enviar a ancianos al hospital, suministrándoles morfina en lugar de medicamentos.

4. La vacuna no es una vacuna. Nunca previno el “contagio” y nunca protegió de la enfermedad. Tuvieron que cambiar la definición de vacuna para poder inyectarla. Siempre fue y es un peligroso experimento genético jamás probado en humanos y sin los mínimos controles de seguridad.

5. Entendería que se la ofreciesen a los ancianos con comorbilidades. En esos casos podría entenderse la ecuación beneficio-riesgo. Pero sabiendo que los datos de letalidad en menores de 60 años eran incluso menores que una gripe, carecía de sentido común. Sobre todo cuando vendieron a bombo y platillo que debíamos ponérnosla para salvar a nuestros abuelos, abuelos que, en realidad, ellos estaban matando … el cinismo es satánico.

6. Cuando no había datos y esto era como la peste bubónica, defendieron que a los niños no les afectaba y podían ir al colegio con 30 compañeros mientras los adultos no podían juntarse con no allegados … Y los mismos que te lo dijeron luego te convencieron para que tus hijos participaran en el experimento. Y la mayoría cayeron.

7. Ahora vienen los miles de infartos y problemas cardíacos, casos de ictus, de muertes repentinas en personas sanas, de cáncer terminales repentinos, de raras enfermedades autoinmunes, de suicidios, de niños muriendo de repente … y los que te decían que había enfermos asintomáticos, te dicen ahora que se debe al cambio climático o a qué pasaron el COVID en algún momento y los mata ahora … y hay ciegos que los siguen creyendo. Demasiados.

8. Todos podemos equivocarnos. Yo lo hago a diario. Pero si estás viendo que la gente se está muriendo con un exceso de mortalidad sin precedentes y sigues prohibiendo las autopsias, sigues sin investigar y sigues inyectando a adultos y niños el experimento, no es un error, es un genocidio de libro. Genocidio en el que participan políticos, medios de comunicación, médicos y todo aquel que, sea cual sea el motivo, calla o tergiversa una realidad que es rotunda e incuestionable.

9. Sólo nos queda prepararnos para ser testigos de una situación dantesca que ayer tuve la desgracia de sentir en primera persona. Sólo nos queda seguir viviendo y remando contracorriente para poder seguir ayudando a quien nos tienda la mano. Sólo nos queda recordar a los que nos arrebataron para seguir luchando por la verdad y la libertad.

10. Escribo estas palabras como si fuese a salvar la vida de alguien. Probablemente sea también la mía …

Fuente: https://t.me/rafabudo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *