NO QUEDA MUCHO TIEMPO.

Horacio Rivara.

 

Martin Niemöller fue un niño bueno y obediente. En 1910, todavía adolescente, ingresó en la marina alemana. Durante la I Guerra Mundial fue uno de los más exitosos, y despiadados, comandantes de submarinos. Tras la derrota se unió a los Frei Korps, un grupo paramilitar que luchaba contra los comunistas.

Ahí su vida dió un importante giro y se convirtió en pastor protestante.

Como líder de la iglesia apoyó a Hitler, y fue clave en su victoria electoral, pero para 1934 estaba cada vez mas incómodo con la intromisión del Partido Nazi en la religión. Así que, sin atreverse a hablar publicamente, comenzó a conspirar, cometiendo el error de hacerlo por teléfono.

Tener una charla «privada» por teléfono en la alemania nazi era delicado. El Mariscal Erhard Mich necesitaba unas toneladas de estaño para las fábricas aviones, así que se lo comentó por teléfono a una admiradora. Cuando Hermann Göring lo increpó por ello, el le contestó: Era más rápido que llamar a su oficina a pedirle el estaño, sé que las trascripciones de los pinchazos telefónicos le llegan antes.

Tras la ruptura con el gobierno, Niemöller se atrevió finalmente a decir en sus sermones las cosas de las que nadie quería hablar.

Pronto fue enviado a un campo de concentración. Liberado en 1945, dió un año después el famoso sermón de: «Primero vinieron a llevarse a los comunistas, y no dije nada porque yo no era comunista. Luego vinieron por los judíos, y no dije nada porque yo no era judío. Luego vinieron por los sindicalistas, y no dije nada porque yo no era sindicalista. Luego vinieron por los católicos, y no dije nada porque yo era protestante. Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que pudiera decir nada.»

La gente -que suele vivir equivocada- le atribuye ese «poema» a Bertold Brecht. «Comencé siendo un nacionalista extremo que rendía culto al Kaiser, luego fuí nazi, rompí con el nazismo, ahora soy un pacifista convencido. Creo que si llego vivo a los 100 años me terminaré convirtiendo en anarquista».

Murió a los 92 años.

Hoy no podemos darnos el lujo de tardar 100 años en despertarnos. La Agenda Global no se detiene, su ultimo proyecto es la moneda virtual emitida por banco centrales.

Esta moneda es programable, explica con entusiasmo el vicedirector del FMI.

¿que significa eso?

Uno quiere viajar unos dias a la costa, pero al tratar de pagar la gasolina, o el transporte público, el programa te comunicará que ya agotaste tu «huella de carbono» del mes.

¿Mi dinero no vale? gritaba el borracho en el bar cuando no le querían servir.

No, vale para lo que ellos quieran. Tu lugar en la sociedad no te permite comprar carne, dirá tu celular, pero hay deliciosos insectos a buen precio. No puedes usar este dinero, pues no te has puesto la octava dosis, o criticaste el uso obligatorio del bozal en niños de dos a treinta años …

Si la gente corrió a pincharse cuatro veces, simplemente ante la amenaza de no dejarla viajar, imaginen quien se atrevería a desafiar al Nuevo Orden cuando toda tu vida esté en sus manos.

Eso cerraría el ciclo iniciado hace más de dos mil años, cuando el Estado se apropió de la emisión del dinero.

¿No fue bueno, verdad? Pues el dinero fue una creación espontánea y descentralizada de la misma gente.

¿que podemos hacer? dejar de obedecer ya. Me pincho por respeto, decía uno. ¡Respétate vos mismo y a tu cuerpo, zoquete! Y de paso tira la televisión por la ventana.

– «Su niñe ¿con que sexo se identifica?», le preguntaron a una conocida mía en el jardín de infantes.

-Mi hijo tiene 4 años, hija de un vagón lleno de putas, ve Bob Esponja, ¿de qué carajo se va a identificar?.

Ecologismo, sanitarismo, ideología de género, reemplazo racial, son parte de la misma agenda. Hasta que podamos cortarle la cabeza a la serpiente, regalale tu desobediencia.

Un comentario

  1. Roberto Galarce Balestrini

    Recuerdo haber leído un libro llamado «Presos pero libres» somos libres por mandato divino aunque no priven del movimiento.

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