Hoy vamos a intentar desvelar con rigor una de las tantas farsas que nos han colado durante muchos años de Historia. Lo primero que se debe decir es que Darwin era un geólogo, no era un científico biólogo, propiamente dicho.

También se debe sospechar de la credibilidad de Darwin, debido a la defensa fervorosa que hacía el Sr.Thomas Henry Huxley de sus teorías de la Evolución, y que era por ello conocido como el Bulldog de Darwin.

Recordemos que Huxley era el abuelo paterno de Julian Huxley, aclamado eugenista que fundó la lucrativa organización mal llamada ecologista WWF, además de ser el primer director de la UNESCO, burda filial de las Naciones Unidas creada para engañar a la gente pretendiendo que se interesa por el bienestar mundial.

Tras este bagaje amistoso, Darwin además fue primo del también famoso eugenista Francis Galton. De hecho Galton fue  pionero en pensar que hacía falta una drástica reducción de la población mundial. En  todo este entorno reinante, Charles Darwin elabora la Teoría de la Evolución de las Especies.

El primer error que comete Darwin es decir que todas las especies provienen de un antepasado común; y por lo tanto todas las especies que conocemos ahora han estado sometidas a un constante cambio por el procedimiento que él calificaba como selección natural.

No hacía distinción, pues insistía en que todas debían sufrir un cambio. Pues una de dos; o se adaptaban al medio en el que vivían, o se extinguirían. De ahí sale el famoso ejemplo del antepasado de la Jirafa, criatura cuyo cuello era mucho más corto que el de las actuales especies mencionadas.

 

 

Sin embargo, esta teoría tiene muchas lagunas. Por ejemplo, estos mosquitos que se mantienen en ámbar y que se dicen ser de hace millones de años tienen un aspecto muy similar al mosquito que se puede observar hoy en día. ¿Estas especies no han sufrido ningún cambio entonces?¿En tantos millones de años no les ha surgido un entorno que los deba hacer adaptarse? Es muy extraño porque se supone que todas las especies se ven arrastradas por este concepto de supervivencia del mejor adaptado.

De igual manera, si lo miramos desde una perspectiva más sociológica, el conocido como Darwinismo Social es una especie de eugenesia, un tipo de discriminación étnica y social introducida de manera muy subrepticia.

Recordemos que nuestro sistema social capitalista está jerarquizado como una pirámide y todo el que ocupe la posición más alta de esa pirámide es el que más se ha adaptado al medio, el más fuerte. Y los que están por debajo son sus lacayos.

Ésto es exactamente el propósito de la Teoría de Darwin: reivindicar el modelo del sistema capitalista y obviamente pretender que a cada uno se le quede incrustado en la mente este concepto y que además llegue a tal punto de interiorización que ni nos planteemos por qué tu jefe tiene más privilegios que tú y por qué tiene que ser más apto y capaz o «mejor ser humano» que tú.

Charles Darwin simplemente era un masón propagandista. Otro ejemplo ocurre en la escuelas, institutos o Universidades. Nunca se va a cuestionar a Darwin porque por supuesto es el «modus vivendi» por el cual los alumnos inconscientemente se comportan: el que apruebe todas las asignaturas y todos lo exámenes es el más apto, el que no, es un paria de la peor especie que no se merece tener recompensa ni pasar de curso.

Sin embargo, el que está suspendiendo puede ser un prodigio en el Arte o en la Música y el que aprueba todos los exámenes eventualmente quizás se podría convertir en un lacayo de alguna multinacional.

Aún asi, se desprestigia a aquel que «no fue más apto» y a aquel «que no se adhirió a las circunstancias».

 

 

Desde luego, aparte de la increíble repercusión que esta teoría tuvo en la sociedad moderna, se debe preguntar a Darwin cómo explicaría él la aleatoriedad de la información genética que presentan algunas especies y sus consecuentes saltos evolutivos.

Por ejemplo, el hecho de que el ser humano proviene del mono es totalmente refutable y es una teoría presumiblemente falseada para otros propósitos. Una de las cuales es la básica premisa de la masonería mundial de dividir a la población y enfrentarlas, pues ahora los creacionistas y los evolucionistas están continuamente peleándose por algo que básicamente fue inventado.

De ahí a que nos planteemos el hecho de que los primates más comunes, por ejemplo el chimpancé, tenga 48 cromosomas en total, mientras que el ser humano tiene 46; en otras palabras 23 pares de cromosomas, ¿cómo se pueden explicar estas alteraciones? Es algo que muy pocos sabrán y menos descubrirán, pues la única referencia que se tiene  hoy en día es ufológica.

De hecho, la única explicación de estos 2 cromosomas de menos en el el ser humano se explica mediante la intervención de otros seres extraterrestres que tienen la capacidad de manipular genéticamente las especies animales.

El hombre de Neandertal es una especie cuyo salto evolutivo es muy sospechoso y quizás a partir de la genética de éstos ,se generaron los Homo Sapiens. En este caso, la versión más extendida es la de los Annunakis provenientes del planeta Nibiru, la cual relata que el dios Anu propuso a sus hijos Enlil y Enki explotar la Tierra para extraer metales preciosos y en lugar de ello decidieron crear una especie que trabajara en pos de sus intereses. A partir de aquí se explica la interferencia en la información genética y posterior creación de la especie humana para ser convertidos en un mero experimento biológico y sociológico.

Algunas veces me dan ganas de pensar  que esta teoría tan escatológica puede ser hasta cierta, ya que la manipulación que se dejan hacer tantas personas es tan masiva, que solo me queda pensar que muchos humanos viven para ser esclavizados, como vemos frecuentemente en Pokemon Go, Retos estúpidos que se ponen de moda en YouTube, votar a políticos que de sobra se pueden apreciar que son un fraude, bailes extravagantes sin ningún sentido que uno hace y que luego imitan todos, etc.

Viendo esto, uno mismo va creyéndose cada día más que somos un experimento de otras razas extraterrestres.